Música digital y su distribución
La música ha sido uno de los sectores de la industria del entretenimiento que más ha cambiado gracias a Internet, o por culpa de la red de redes, según pensarán muchos. Y es que el negocio musical estaba montado de una manera muy determinada hasta que Internet ha llegado para desatar un huracán que en apenas veinte años ha cambiado por completo la industria. La época de vender discos físicos ya ha pasado y hoy por hoy son prácticamente un objeto para coleccionistas. Sin embargo, también ha pasado esa época en la música en formato en MP3 S se pirateaba y se pasaba por programas de dudosa legalidad a través de la red, generando una pérdida brutal para la industria, para los artistas, las discográficas, etc… En apenas una década hemos visto el surgimiento de las plataformas de streaming musical, que han conseguido hacerse un sitio y llevar el equilibrio a la industria.
Estas plataformas permiten, a través de un formato de suscripción, acceder a toda la música de su catálogo, que en algunos casos es prácticamente toda la música editada. Grandes plataformas como Spotify llegan a acuerdos tanto con discográficas grandes como con independientes e incluso con artistas que van por libro, para facilitar el acceso del gran público a su música a cambio de cierto rédito económico. Ese rédito es ínfimo, desde luego, pero al menos se ha conseguido acabar de manera legal con la situación de piratería que se veía hasta hace no tantos años. Hoy por hoy, el tema de la distribución de la música es cada vez más importantes, sobre todo en su formato digital, porque Internet lo ha cambiado todo igualmente en ese aspecto, y por eso nosotros hemos preparado este artículo para ahondar un poco más en cómo se distribuye la música digital actualmente.
La distribución musical
La distribución musical no es algo nuevo, ni mucho menos, sino que deviene de un proceso que se ha venido dando desde principios del siglo pasado, cuando la música comienza a comercializarse y la incipiente industria musical surge en torno a esas grabaciones en discos y en vinilos. Se crearon empresas que se encargaban de grabar y lanzar a esos artistas, pero requerían de otras empresas que distribuyesen el material por todo el país o la región escogida, para llevarlo cerca del público. Las distribuidoras se han convertido en un eje imprescindible para la industria musical, y han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos de Internet, donde su función tradicional ya no tiene demasiado sentido, al haberse roto las barreras de espacio y tiempo.
Plataformas digitales de distribución de música
En nuestra era, la distribución se lleva a cabo a través de grandes plataformas digitales, que son las que hacen llegar a los usuarios de a pie toda la música de tal o cual artista, de la misma forma que lo hacían las distribuidoras tradicionales, y lo siguen haciendo con los discos, al fin y al cabo. Hay plataformas gigantescas, como pueden ser Spotify, Amazon Music o YouTube Music, servicios que cuentan con catálogos absolutamente impresionantes donde está casi toda la música que puede escucharse hoy en día. Pero hay también otras plataformas algo más independientes que ofrecen mejores royalties por la distribución de la música a los artistas, intentando generar un equilibrio necesario para que ellos, que son la parte imprescindible de la industria al fin y al cabo, reciban lo que merecen por sus canciones.
¿Cómo distribuir nuestra música en estas plataformas?
Cada plataforma musical es un mundo, y cada una de ellas tiene sus propios requisitos para llegar a acuerdos con artistas o discográficas. Lo principal que debemos tener en cuenta es que los derechos de las canciones deben ser nuestros. Esto parece obvio, pero en muchos contratos de edición, al grabar un disco con una discográfica detrás, por ejemplo, los derechos de esas canciones pasan a ser de esa empresa, así que será ella la que se encargará de subirlas a Internet y buscar una buena distribución, quedándose también con los royalties según hayamos acordado en el contrato. Si somos artistas cien por cien independientes, esto no será un problema para nosotros, ya que podremos subir nuestra música a cualquier plataforma por nuestra cuenta, desde Spotify hasta otras más pequeñas como Tidal. Solo tenemos que cumplir sus requisitos.
No tiene nada que ver con la calidad del sonido o con la profesionalidad del mismo. Simplemente se requiere una copia de la canción con la información de los medatados correcta para que aparezca el nombre del artista, el disco, el año y a ser posible, una portada. Esto es lo que piden la mayoría de plataformas, aunque algunas también nos hacen cumplir cierta exclusividad, por ejemplo. Si quieres estar en todas las plataformas importantes, hay servicios de distribución global que funcionan muy bien y nos permiten acceder con nuestra música a todos esos lugares donde queremos estar, sin tener que ir subiendo la canción en cada uno de ellos. Estos servicios son muy útiles porque por un ínfimo precio se encargan de poner toda tu música en los sitios ideales para que la gente la encuentre, lo que es una distribución global real.
La promoción de nuestra música
Hay que tener muy en cuenta que la distribución de música y la promoción no tienen absolutamente nada que ver. Son conceptos distintos que van dentro de todo el proceso que la industria ha creado par alanzar música, pero que no se llevan a cabo por la misma empresa, aunque a veces es cierto que podemos contratar anuncios para promocionar nuestra música en esas plataformas. Sin embargo, estos servicios no se dedican precisamente a la promoción. Es algo aparte, que debemos hacer nosotros por nuestra cuenta, el departamento de marketing y promoción de nuestra agencia o discográfica, o aquella agencia que hayamos contratado para tal fin. La promoción será eminentemente digital, para que cualquier persona que vea o escuche el anuncio pueda acceder a nuestra música al instante, en ese mismo dispositivo.