Pintura abstracta: arte disruptivo que rompe con el estilo convencional

Cuando el arte prescinde de un sentido figurativo de las cosas, y se presenta con un significado y sentido propio es denominado abstracto. La abstracción surge a partir de métodos de creación impulsivos y en algunos casos improvisados, lo que deja obras llenas de vida y color. La pintura abstracta puede ser muy subjetiva y espontánea, en muchos casos carece de un tema específico más sin embargo puede estar compuesta de líneas y variados colores.

Al no presentarse figurativa, este tipo de arte tiende a generar intriga en los espectadores. Es normal, ya que en estos casos cada quien puede tener una idea propia sobre lo que el autor ha querido reflejar. Pero para eso, es importante mirar fijamente a la obra y dejar que tu cerebro pueda ir más allá analizando cada uno de los trazos. Generalmente en la pintura abstracta están plasmados muchos sentimientos, por lo que el observador puede llegar a sentir y experimentar sus propias emociones.

Inicios de la pintura abstracta

El arte abstracto nace como una forma para romper con lo convencional, y a pesar de que tuvo su apogeo en pleno siglo XX, se dice que la primera artista en crear una pintura abstracta fue la sueca Hilma af Klint. Esta pintora realizó sus primeros cuadros bajo un lenguaje de abstracción en 1906, justo algunos años antes que otros dos precursores del movimiento como Wassily Kandinsky o Kazimir Malévich.

Pero la obra de esta artista no se hizo pública hasta 1986, ella misma había indicado de que sus cuadros no iban a ser entendidos por el público, pero la repercusión de su obra ya en el siglo XXI le ha consolidado como la pionera de la abstracción.

Abstracción lírica: obras con mucha emoción

Dentro de este tipo de representación pictórica hay muchas corrientes, pero una de las más emblemáticas es la abstracción lírica. En este campo Kandisnky fue uno de los referentes. Este creaba obras llenas de sentimiento, algo que se veía refleja en el público ya que su intención era la de que su visión fuera entendida y compartida por los espectadores.

Los artistas usaban la abstracción lírica para representar una realidad no objetiva, ellos deseaban que las personas sacaran sus propias conclusiones y dieran su propio significado a los objetos plasmados en sus cuadros. Este movimiento surgió a partir de 1910 y alcanzó tanta fama que incluso sigue presente en muchos pintores contemporáneos.

Abstracción geométrica: la simplificación de las cosas

Otra de las formas de representación abstracta es la geométrica. En ella los pintores buscan representar formas muy elementales y genéricas. Los pioneros de este tipo de abstracción fueron Piet Mondrian y Kazimir Malévich, y fue desarrollado a partir de 1920. Las obras inmersas en este movimiento tienen una composición sistemática y estructural, además presentan mucha claridad y precisión.

Mondrian velaba por una pintura no sentimental y no subjetiva, lo hacía con líneas rectas en horizontal y vertical, además de una mezcla de colores primarios combinados con el blanco y el negro generalmente. Malévich por su parte creó un movimiento llamado suprematismo en el que resaltaban formas básicas y colores puros.

¿Cómo es la comprensión de una pintura abstracta?

Probablemente no haya una forma concreta o universal para entender el arte abstracto, y es que, las obras de esta corriente están abiertas a la interpretación de cada observador. A todas las personas les gusta tener en frente un cuadro y poder crear una historia a partir de lo que ve, estas personas con mente abierta tienen la libertad de mirar la obra desde distintos puntos de vista. De esta forma, disfrutan el arte y hace que la experiencia sea mucho más rica.

Pero también es cierto que la comprensión de una pintura abstracta no es un proceso natural en todas las personas, ya que muchas personas podrían pensar en la simplicidad de las mismas sin ver el trasfondo que realmente llevan.