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Cómo fotografiar la luna, consejos que te ayudarán

Autor: Álvaro
Fecha de publicación: 3 abril, 2020

Desde el principio de los tiempos, la Luna ha provocado una fascinación absoluta en el ser humano, y no es para menos. Es el único foco de luz cuando todo se vuelve oscuro, en la noche, el contrapunto al dios Sol, un satélite que orbita a nuestro alrededor que ha sido base para multitud de mitos y leyendas. Conquistada a finales de los años 60 por Estados Unidos, la Luna sigue todavía conservando ese halo de misterio que seguramente nunca abandone, porque es demasiado hermosa y especial para quitarle todo lo interesante. De hecho, su belleza nos sigue cautivando en la era en la que todo parece ya explicado, en la que conocemos cada detalle de su relieve, de su forma y de sus movimientos sobre el planeta.

Esa fascinación se sigue reflejando en muchas fotografías, ya que los amantes de este arte tienen especial predilección por captar instantáneas hermosas de la luna, especialmente en su fase mayor, la de luna llena, cuando su esplendor es total. Lo realmente divertido de esto es que hoy por hoy, con la tecnología existente, podemos sacar fotografías increíbles no solo de la luna en nuestro ambiente, sino también del propio relieve lunar, gracias a los aumentos y a los zooms casi imposibles que las cámaras digitales incorporan hoy en día. Si eres uno de esos fotógrafos amantes de nuestro satélite selénico, aquí te dejamos algunos trucos y consejos para conseguir las mejores fotografías de la Luna con tu propia cámara.

Saber en qué fase está la luna

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Esta es una de las funciones más sencillas de realizar, porque un simple vistazo al cielo nocturno nos bastará para comprobarlo. La luna cuenta con cuatro fases diferentes, Llena, Menguante, Nueva y Creciente. El ciclo lunar consta de unos 28-29 días, así que estaremos atentos a los calendarios lunares, muy fáciles de encontrar en la red, para sacar el mayor partido de nuestras fotografías. Seguro que la primera idea que se te viene a la cabeza es esperar a la luna llena para obtener las mejores fotos, pero también puedes hacerlas en las otras fases, incluso en Luna Nueva, cuando su visibilidad no sea tan grande. El caso es saber cómo adaptarte a cada momento y situación, para sacar el máximo partido de cada una de ellas.

 

Escoger el lugar adecuado

Esto también es esencial, porque estamos fotografiando a un satélite en el cielo, pero el entorno donde se tome la fotografía también será importante para el resultado de la misma. De hecho, hay quien siempre hace fotos a la luna en un entorno especial, como un lago o el propio mar, donde la belleza del lugar también es indispensable para que la foto quede perfecta. De la misma forma, intentaremos acudir a un lugar donde no haya demasiada contaminación lumínica que pueda suponer una barrera para nuestras fotos. El campo suele ser un buen sitio para tomar grandes fotos lunares, un lugar tranquilo en el que las luces no nos estorbarán. También puede ser una buena idea buscar un lugar alto, como un monte o la cima de una montaña, para tomar las mejores fotos de la Luna.

Mejores horas para fotografiar la luna

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Esto dependerá del resultado que queramos obtener para nuestras fotografías y del momento del año en el que estemos. En invierno, con más horas de noche, la Luna se ve de una manera más espectacular y hay más oscuridad en las horas entre las diez y las doce. En verano debemos esperar mucho más para que la luz del sol termine de irse del todo y permitirnos así tomar las mejores instantáneas. Tal vez a las tres o cuatro de la mañana pueda ser un horario perfecto. Hay quien prefiere fotografiar la luna bajando, a punto de esconderse, y entonces tiene que esperar a un par de horas antes del amanecer para tomar esa perspectiva especial y componer la fotografía no solo con la luna, sino con el lugar que rodea la cámara. Evidentemente, dependerá del efecto que queramos conseguir.

 

Distancia focal al máximo

La distancia focal es lo que permite un enfoque perfecto, o al menos, el mejor posible, a cierta distancia. La Luna, como entenderás, está demasiado lejos y en la mayoría de ocasiones hay que hacer muchísimo zoom para llegar a ella, con un teleobjetivo que alcance los 200mm por ejemplo. La distancia focal que debemos escoger entonces es el enfoque infinito, para que la fotografía quede perfecta. Utilizaremos  igualmente una apertura entre f8 y f11, para conseguir una definición correcta de este objeto que se encuentra tan lejos. Hemos de tener cuidado también con los movimientos a la hora de tomar la fotografía, que pueden fastidiarla por completo. Se recomienda tener un trípode y un disparador manual a distancia, así como bloquear el espejo de la cámara.

 

El retoque fotográfico

La sesión fotográfica nocturna ha salido bien y ahora ya tenemos un montón de buenas instantáneas para procesar, con la Luna como protagonista. Por supuesto, el retoque posterior será también indispensable para conseguir exactamente el tono que queremos, estabilizar un poco más la imagen, quitar ruido, en caso de haberlo y sobre todo, dotar a la fotografía de ese punto mágico que siempre aporta la Luna. Por eso también es importante disparar las fotografías en formato RAW completo, para que no se pierda ni una pizca de calidad a la hora de llevar las fotografías a los programas de edición. Utiliza el que más te guste y recuerda siempre que menos es más. Si las fotos están bien tomadas, no necesitarás tanto retoque, a no ser que quieras cambiar por completo el estilo o utilizar esas fotografías en otra composición más de tipo fantasía, por ejemplo. En cualquier caso, hoy por hoy, los programas de edición nos permiten hacer magia.